Hay personas
que entristecen tu vida,
frenan tus pasos,
aprietan tu garganta,
sacan limón de tus ojos
y te anudan el estómago.
Es urgente huir de ellas.
Hay personas
que iluminan
tu día,
a veces
solo por un segundo,
te ponen alas,
regalan
soplos de brisa fresca
y desatan
mariposas
en tu cintura.
No las dejes escapar.
2 comentarios:
Hay personas que desatan en nosotros tormentas que nos hunden, que nos distorsionan, y que nos producen horror. Es cierto, las hay, pero a veces estas personas son víctimas de su lucidez, de su dolor, de su soledad. Tenemos que huir de ellas para seguir viviendo pero en nuestra huida también hay una mirada de comprensión, de amor imposible, de miedo que pugna por sobrevivir Nuestra prudencia es la de ser seres normales y amantes de lo convencional. El infierno en que viven seres muy lúcidos, terriblemente despiertos, no debe merecer nuestro desdén sino nuestra compasíon. Y, a veces, admiración. Pero lejos, claro.
Sí. Son personas complejas a las que, sin duda, también les debemos lo que somos y en lo que nos hemos convertido al alejarnos de ellas. Saludos.
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