viernes, octubre 24, 2008

Carretera y manta



Este lunes empiezo en mi nuevo destino, el IES Valle del Azahar, en un pueblecito de Málaga. No sé con qué me voy a encontrar, cuánto va a durar la baja que voy a cubrir ni si voy a poder conectarme con asiduidad, así que si empiezo a estar desaparecida ésta es la razón. En principio me lo he tomado con poca ilusión por todo lo que conlleva (estaré a 200 kilómetros de mi familia, tendré que buscar alojamiento, habrá que contar con gastos derivados de todo esto...), pero es uno de los inconvenientes de esta profesión con los que hay que contar sin remedio. Y siempre habrá algo bueno que sacar. El curso pasado estuve en un centro en el que tenía que ejercer más de policia que de docente y había unas carencias importantes en muchos aspectos, por ejemplo, en los recursos materiales: no dispusimos de conexión a internet en el aula de informática más que un par de meses en todo el curso, y sólo funcionaban 4 ordenadores (y eso que era centro TIC...). Sin embargo, tenía un horario estupendo, estaba cerca de casa y estuve todo el curso en el mismo sitio. Esperemos que ahora también haya cosas buenas. De momento el nombre parece que promete. Y tendré la playita a unos 20 kilómetros.

10 comentarios:

BIBLIORIOS dijo...

Lo bueno de los destinos lejanos es que hacen fuertes amistades.¡Mucha suerte!

Marian dijo...

Pues otra cosa buena más...¡Gracias!

Toni Solano dijo...

Mi primera sustitución fue a 150 km de casa y tenía que ir y venir todos los días en tren; me levantaba a las 5 de la mañana y volvía a las 7 de la tarde, así dos meses; además, los alumnos eran diabólicos y el pueblo parecía sacado de una peli de Hitchcok. Después de aquello supe que lo mío era la docencia y que podría enfrentarme a cualquier cosa.
Suerte.

Anónimo dijo...

estoy de acuerdo con bibliorios, mucha suerte!

Lourdes Domenech dijo...

Los comienzos siempre son durillos. Yo batallé con alumnos que parecían salidos de Wilt. Aprendí lo que no te imaginas.

Mucha suerte

Marian dijo...

Sí, Antonio, es verdad que estas experiencias duras ayudan a reafirmar las convicciones y para los que tenemos claro que lo nuestro es la docencia estos casos finalmente no son más que pruebas superadas de las que hemos aprendido mucho. Gracias por los ánimos a todos. Lu, sí que se aprende lo inimaginable...Yo el curso pasado estuve, por llamarlo de alguna manera, en el Bronx marismeño y, aunque había dado clases en algún centro privado, ésta fue mi primera experiencia en la enseñanza pública...y aprendí en unos meses como si hubiera estado trabajando varios años. Ahora espero no ir a parar al Bronx malagueño...

Elvira Arcos dijo...

Te deseo mucha suerte en tu nueva etapa por tierras malagueñas. Disfruta todo lo que puedas y aprende muchísimo.

Elvira Arcos dijo...

Bueno, veo que voy de desastre en desastre. Lengua Castellana y Literatura (3º ESO) es abujavi, es decir, Ignacio... Dios mío que lío.

Evaristo dijo...

Seguro que todo ha ido bien la primera semana. En el valle del azahar y cerca del mar, no puede ser de otra manera.
Suerte

Joselu dijo...

Cuando estás en un destino lejano, compartes mucho más con los compañeros que puede que estén en una situación semejante. La vida de sustituto es incierta, y abierta a grandes sorpresas. Ojalá las tuyas sean buenas en ese pueblecito de Málaga.