Un poema de Ángel González y muchos árboles (para verlos hay que pulsar en la imagen). Unos toques de color siempre vienen bien para despedir el verano y recibir el otoño con alegría.
El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.
7 comentarios:
Aix, cómo echaba de menos tus entradas!! eres genial! ah! y feliz periodo de adaptación. Siempre es difícil, pero pronto le pillas el truquillo. A ver si pronto encontramos un puerto donde amarrar largo tiempo...
Eso, ¡a ver si llegamos a un puerto seguro!...Y mientras, a dsfrutar (y aprender) de la travesía.
El poema, precioso, y los árboles tambien. Me guardo la página porque a veces mi marido me hace marcos (ventajas de tener un manitas en casa) para láminas que me saco de la red y así actualizo la decoración.
¡Qué maravilla, Marian! Cómo me gustaría perderme en un paisaje así...
¡¡Me encantaron los árboles!! Y el poema, por descontado, es una delicia.
Besos.
Marian, supongo que conoces este otro del mismo autor:
A VECES, EN OCTUBRE, ES LO QUE PASA...
Cuando nada sucede,
y el verano se ha ido,
y las hojas comienzan a caer de los árboles,
y el frío oxida el borde de los ríos
y hace más lento el curso de las aguas;
cuando el cielo parece un mar violento,
y los pájaros cambian de paisaje,
y las plantas se oyen cada vez más lejanas,
como susurros que dispersa el viento;
entonces,
ya se sabe,
es lo que pasa:
esas hojas, los pájaros, las nubes,
las palabras dispersas y los ríos,
nos llenan de inquietud súbitamente
y de desesperanza.
No busquéis el motivo en vuestros corazones.
Tan sólo es lo que dije:
lo que pasa.
Ángel González, Poemas.
Leticia, Esther, Juanma, siempre es una alegría vuestra visita.
Lu, el poema me ha encantado. No lo conocía. Y hoy, que es un día de desesperanza, me llega al alma...
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